LECCIÓN DE GRANDEZA
No es una historia sacada de un libro ni tampoco producto de la imaginación. Es una historia real, con matices amargos y por momentos crueles, de la que es protagonista cada día un hombre que, a pesar de que él no lo sabe, el trozo de vida que relató, ha dejado profundas huellas y grandes lecciones.

Por:
Natalia López Zamorano.-
Su nombre es Carlos. No sé su edad, ni sus apellidos y menos su dirección exacta. Sólo sé que es ciego, que vive solo en una pieza que arrienda en San Bernardo y que su única hija, hace poco más de un año, le comunicó que se cambiaría su apellido, pues no se sentía orgullosa de tener un padre como él.

Lo conocí un día de la nada. Mi hermano y yo habíamos ido a hacer unas compras al supermercado y de vuelta a casa, justo en la esquina por la que debíamos doblar, veo que Carlos le pregunta a un transeúnte dónde queda el paradero de micros en el cual pasaba la locomoción que le servía. No sé si la persona a la que le preguntó no se percató de la condición de no vidente de Carlos, pero lo cierto es que para responder su pregunta, levantó su mano y le indicó el lugar por el que debía caminar para llegar a su destino. Carlos, confundido al no recibir la respuesta que esperaba, pues nunca pudo ver hacia dónde había apuntado el hombre, le dio las gracias y caminó.

El semáforo dio luz verde y mi hermano dobló en dirección a nuestra casa. Durante las cinco cuadras que dejaban atrás la penosa escena, no pronuncié palabras. Llegamos al portón de nuestro hogar y dije: “tendría que haberme bajado”. Mi hermano, sin saber a qué me refería, me pidió que le explicara y sin pensarlo dos veces, puso en marcha nuevamente el auto y nos devolvimos hasta el lugar donde habíamos visto a Carlos.

El trayecto se hizo interminable pero, finalmente, dimos con él. Caminaba a paso lento, acompañado sólo por su bastón y por el sonido que éste hacía cuando se golpeaba contra el piso. Me bajé del auto y corrí hacia él, quien cuando sintió mis pasos, se movió lentamente hacia la derecha de la vereda. Me acerqué y le dije que había escuchado que quería llegar hasta el paradero que está frente a un supermercado. Con una amplia sonrisa y volteándose hacia mí, me respondió que sí, que se dirigía a su casa tras una extenuante jornada de trabajo y que creía ir bien por donde caminaba. Recordé la escena que había presenciado hace minutos y sentí rabia, tristeza y amargura por la despreocupación que había mostrado el hombre a quien Carlos le pidió ayuda.

Le ofrecí mi hombro para que se apoyara y caminamos hacia el paradero. Durante el camino le conté que lo había visto unas cuadras más atrás y que junto con Álvaro, mi hermano, nos habíamos de vuelto para confirmar si iba o no en la dirección correcta. Su rostro reflejó su alegría y me llamó “Angelito”.

Caminamos sin apuros, con la compañía del viento que rozaba nuestro rostro y con las ganas de saber un poco más de la vida del otro. Me contó que quedó ciego hace 7 años, 6 meses y 4 días. Sorprendida por la exactitud de la cuenta, le pregunté cómo había sucedido. “Soldando sin protección, sin ningún casco para soldaduras. Me saltaron unas cuantas chispas en los ojos. Al comienzo no le di importancia, pero pasó el tiempo y el panorama fue empeorando, hasta que perdí la vista por completo”, comentó. En ese momento, me quedé sin palabras. No valía la pena lamentos ni más preguntas para una explicación tan clara. Álvaro llegó a nuestro lado en silencio. Con una mueca, le indiqué que estaba todo bien y que llegaríamos hasta el paradero.

Cuando faltaban menos de dos cuadras para llegar a nuestro destino, Carlos me contó que vendía “parche curitas” en las micros, que con eso lograba pagar el arriendo de una pieza en la comuna de San Bernardo y la comida necesaria para sobrevivir. Nuevamente quedé sin palabras. Él, para romper el silencio, continuó diciendo que no siempre ha vivido allí, pues antes vivía con su señora e hija en una casa que él mismo había construido, pero de la que jamás volvió a saber justo cuando perdió la vista, pues su mujer al saber la noticia, tomó su ropa, la puso en una maleta y se la entregó diciéndole que no lo quería volver a ver en su vida.

Hasta ese momento había podido contener, no sin problemas, las lágrimas que en más de una ocasión al escuchar a Carlos, había querido aparecer, pero ya en ese entonces, fue inevitable que éstas no brotaran. Continuó diciendo que pese a que ese hecho fue un duro golpe, sin duda, lo había sido aún más la reacción de su hija, pues hace un tiempo le comunicó que se cambiaría de apellido, pues no sentía orgullo de tener un padre como él ni menos tener intensiones de volver a verlo, ya que sentía que Carlos no era un papá a quien respetar, valorar ni menos obedecer.Ya a esas alturas, cualquiera de los problemas por los que estaba enfrentando, se habían convertido en ínfimas situaciones comparadas al crudo relato de Carlos, quien sin querer, a través de su historia, hizo que me diera cuenta que la vida es mucho más simple de lo que parece, pues otras personas aún con más problemas, siempre ven en ésta una razón por la cual luchar y salir adelante.

Llegamos al paradero y le pregunté dónde pasaría Navidad y Año Nuevo. “Solo. Solo en mi pieza escuchando música o sino durmiendo”, respondió. Sus palabras quedaron sonando por largo rato en mis oídos y casi leyendo mi mente, respondió “ya me acostumbré. He pasado estas fiestas en soledad por años y no me da tristeza, sino todo lo contrario, porque Dios aún me tiene con vida y eso se lo agradezco”. La grandeza de su corazón me impactó. Pese a haber perdido la vista y de no poder contemplar nada de su alrededor como sí lo hacía hace 7 años, es un agradecido de la vida y de Dios, pues Carlos ha aceptado tal cual se le han dado las cosas, sin juzgar, sin resentimientos y sin rencor.Ya en el paradero, me preguntó mi nombre. “Natalia”, respondí con la voz entrecortada. “Natalia”, repitió, “¡qué lindo!”. “¿El suyo”?, pregunté. “Carlos”, dijo, mientras cerraba su bastón.

Pasó un rato en que ninguno pronunció palabras, hasta cuando se volteó hacia mí, tomó de mis hombros y con sus ojos en mi rostro, dijo que me recordaría como su angelito y que a pesar de no poder verme, sí sabía cómo era a través de mi voz. Le agradecí sus palabras y sin dudar, lo abracé. Por medio de mi abrazo, quise entregarle todo lo que no había podido decirle por el nudo en la garganta que tuve durante el tiempo que habíamos conversado.

Antes de subir al micro, Carlos me hizo prometer que si algún día lo volvía a ver, lo saludaría, fuera donde fuera, pues siempre me recordaría. Nos dimos la mano en señal de acuerdo y se subió con paso firme al bus.

Jamás lo volví a ver. Sin embargo sé que en algún lugar debe estar vendiendo mercadería para subsistir, pues pese a que sus ojos, reflejo del alma para muchas personas, nunca miraron fijamente los míos, sé que sus palabras fueron verdaderas y que nuestro encuentro fue algo más que mera casualidad, ya que a pesar que nunca dimensionará cuán bien me hizo el oír su historia ni tampoco que ha sido el inspirador de éstas líneas, Carlos se convirtió en la persona indicada para dar esperanza, fortaleza y perseverancia. Virtudes fáciles de leer y escribir, pero difíciles de practicar.

Donanción de Órganos:


OBSEQUIOS QUE DAN VIDA

  • Para muchos es un gesto de amor, apoyo o simplemente una expresión de caridad hacia quienes dependen de un órgano para vivir. Sin embargo, miles de personas mueren esperando recibir la anhelada entrega, pues la espera muchas veces es interminable, tan interminable, que les arrebata la propia existencia.
Por: Natalia López Zamorano.-

Su vida dio un giro de 180º cuando le diagnosticaron Nefritis Crónica. La enfermedad lo tomó por sorpresa y se derrumbaron sueños, metas, proyectos y familia incluida. Se cuestionó la existencia de Dios y de aquella solidaridad del chileno al momento de saber que tendría que esperar un largo período antes de curar su enfermedad, pues su única opción era ser transplantado de riñón, órgano que tardó dos años en llegar.

Su nombre es Héctor González y tiene 54 años. Hace cinco fue transplantado y con sólo mirar sus ojos, se sabe que es un agradecido de la vida, de quien donó sus órganos y de la familia de éste, pues a pesar de que jamás tuvo la oportunidad de conocerla, en su interior no sólo sabe que hicieron un enorme acto de amor, sino que también de valentía y grandeza.

“Llevaba dos años de diálisis cuando me llamaron para decirme que había un órgano para mí. Sencillamente, no lo podía creer. Cuando oí que sería transplantado, sentí que todo el tiempo que esperé, no fue en vano y agradecí, sin saber a quién, el haber donado sus órganos (…) La espera había acabado y con ello volvía la alegría, las ganas de luchar que tantas veces había perdido y que en ese momento, sólo con un llamado, habían vuelto”, cuenta Héctor emocionado al recordar su historia.

En nuestro país, durante los años 1993 y 2006, se realizaron
dos mil 322 transplantes renales de donantes cadáver, obteniendo el mayor número el año 2006, con una cifra de 265 transplantados. Sin embargo, las cifras decaen de manera abrupta al hablar de transplantes de corazón o pulmón, pues durante los años 1994 y 2006, el total para el primero fue de 166, mientras que para el segundo, sólo 64.

Sentado en el living de su casa junto a su familia, la misma que en un primer momento se desplomó con la noticia de su enfermedad, Héctor asegura que si bien ha aumentado la cifra de donantes en los últimos años, un factor que juega en contra, es la negativa familiar al momento de decidir si quien ha fallecido donará sus órganos, pues “ellos son quienes tienen la última palabra y muchas veces por miedo, por no informarse de cómo se realiza el procedimiento de la donación o por desconocimiento si la persona fallecida era donante o no, se niega la posibilidad de que otra persona sea beneficiada”, comenta.

Pese a que el año pasado fue un período histórico para nuestro país en cuanto a donantes efectivos y trasplantes, pues la cifra llegó a los
152, superando a la de años anteriores que bordeaban los no más de 147, la negativa familiar se ha mantenido en un valor estacionario de 39% entre los años 2005 y 2006, lo que corresponde al valor más alto registrado desde el 2000. Con esto, se deduce que no sólo la negativa familiar sigue siendo un reflejo de la percepción social de las personas frente al tema de donación de órganos, sino que también muestra la necesidad de crear una mayor sensibilidad y educación al respecto, a la vez de reforzar la importancia de respetar la decisión de una persona de ser donante al momento de su fallecimiento.

“Yo entiendo que los familiares en su tristeza, no quieren saber nada de la donación de órganos, porque es lógico, se les ha muerto un ser querido y eso es fuerte, pero si de antemano estuviera conversado el tema a nivel familiar, todo sería distinto porque no se dudaría ante la pregunta si donar o no los órganos, porque la respuesta se sabría de inmediato”, asegura Héctor mientras toma de la mano a Isabel, su esposa desde hace 34 años, quien con lágrimas, da las gracias a la familia del donante de su marido por haberles devuelto la vida.

“Tras ser trasplantado, le tomé un valor distinto a todo, a mi familia, amigos, a mi entorno en general. El sólo hecho de recordar que pude haber muerto, hace que cada día de las gracias a aquella familia que donó los órganos de su ser querido, pues con el gesto, dio vida a quienes pensábamos que la perdíamos”, indica con claros signos de emoción, signos que borra cuando sonríe al saber que aún existen personas que sí son capaces de “dar cuando ya la vida se les ha ido”, concluye.

Dar al morir

Nunca recordó fechas de cumpleaños ni se caracterizó por hacer buenos regalos para Navidad. Sin embargo, dio el obsequio más grande de su vida, en el momento que perdía la propia, pues donó sus órganos al morir.

Coke, como era conocido entre sus cercanos, murió a los 25 años. Estudiaba Ingeniería Civil en la Universidad Católica y cuando sólo le faltaba un semestre para obtener su título, ocurrió lo trágico. Un día, tras una ardua jornada de pruebas y trabajos, comenzó a sentir un fuerte dolor de cabeza, por lo que decidió irse a su casa y reposar. En el trayecto, no obstante, su cuerpo se desplomó, sus ojos se cerraron y su corazón dejó de latir. Murió de manera instantánea producto de un Accidente Cerebro Vascular y su familia, pese al dolor e impotencia de ver que Coke ya no estaría con ellos, decidieron cumplir su voluntad y dar, a través de éste, vida a otras personas.

“Es fuerte que te digan que tu hijo se murió, que no hay nada que hacer y que si quieres donar sus órganos, porque no tienes cabeza para pensar en eso”, comenta Estela, mamá de Coke, “pero a pesar del dolor, junto con mi esposo, decidimos donar sus órganos y con ello donar vida, esperanza y amor, porque eso era lo que nuestro hijo siempre quiso”, asegura con voz cortada y temblorosa.

Así, Coke se convirtió en uno de los
117 donantes efectivos que hubo el año 2002 en nuestro país, colaborando con uno de los 265 trasplantes de riñón, 86 hepáticos, 20 de corazón, 7 de pulmón y dentro del 40% de donante de córneas registrado entre los años 1996 y 2006.

Sentados sobre la cama de Coke, sus padres, Estela y Jorge, se emocionan al hablar de él, pues era hijo único. “Con él se fueron mis ojos, mi vida entera, mi ganas de levantarme cada día (…) pero después entendí que no podía estar así porque gracias a mi hijo otras personas viven y eso me deja tranquila. Es tranquilizador saber que por una persona tan querida, otras tienen la opción de seguir con vida y luchar por lo que quieren”, asegura Estela mientras observa uno de los más de sesenta jockey que Coke tenía colgados en su dormitorio.

Entre lágrimas, los padres de Coke se abrazan por largo rato. Ninguno de los dos pronunció jamás una palabra, pues no era necesario. Sólo con mantenerse unidos saben que podrán asumir, como lo han hecho hasta ahora, la muerte de su hijo, muerte que no es tal al momento de donar sus órganos, pues tal como ellos aseguran, “Coke dio vida y eso significa mantenerse vivo en el tiempo, aunque no sea físicamente”.

Pese a que Coke y Héctor jamás se conocieron, ambos comparten una historia. Una historia que para el primero estuvo marcada por sueños, metas y proyectos que se vieron truncados justo al momento en que perdió la vida, aunque también por solidaridad, pues pese a que nunca supo quiénes recibirían sus órganos, fue capaz de despojarse de éstos sin más trámites que haber dado a conocer su decisión a quienes sabían que la respetarían a la hora de su muerte. Para Héctor, en tanto, sus anhelos, familia y vida, los mismos que se estaban desvaneciendo, revivieron cuando una persona, tal como Coke, decidió donar felicidad, esperanza y lucha para quienes creen perderla, pues al morir, cada donante más que dar lo que no consideran necesario para seguir conservando, conceden obsequios, obsequios que dan vida.
Bullying y Stress Escolar:


UNA REALIDAD TRAS EL PUPITRE

  • Violencia física y mental sumada a la presión y cansancio de ser estudiantes la mayor parte del tiempo a causa de la jornada escolar completa, es a lo que se enfrentan miles de alumnos día a día. El silencio por parte de éstos, es el común denominador para los fenómenos de “matonaje” y stress que en la actualidad son protagonistas y testigos niños y adolescentes de nuestro país.

    Por: Natalia López Zamorano.-

Su día se transforma en pesadilla justo al momento de poner un pie dentro de su establecimiento. Sus manos comienzan a transpirar cuando sus pasos se dirigen al aula que, este año, ha sido testigo de innumerables burlas de parte de sus compañeros, los que lo han usado como blanco fácil para hostigar y agredir, tanto verbal como físicamente.

Matías tiene 12 años y va en 6º básico del colegio “Teniente Dagoberto Godoy”. Sus pares le dicen “chocolito” o “cucaracha”, debido a su tez morena o simplemente “guatón mamón”, por su personalidad introvertida que, según sus compañeros, no encaja en el grupo, pues para entrar en éste, “no se debe ser perno, estudioso o andar acusando todo el día”, como asegura Alejandro, principal agresor de Matías y líder del curso a la hora de hablar de ataques.

En nuestro país, de acuerdo a un estudio realizado por el ministerio de Educación a 14 mil estudiantes de 7ª básico a 4to medio, de establecimientos educacionales municipales, subvencionados y particulares, estimó que el 45% de los estudiantes, ha sido agredido físicamente, mientras que un 38% declara haber sido agresor. Por otra parte, más del 90% de los escolares afirma haber sido víctima de violencia psicológica. En cuanto a las razones por las que agraden, los alumnos señalaron que un 36% lo hicieron en defensa y un 15% como parte de un juego. Cifras más que reveladoras de la cruel realidad que viven cientos de estudiantes, que en silencio buscan salida a algo que no entienden, pero con el que viven día a día.

“Le pegamos en los recreos, cuando los profesores no están en la sala, porque no nos gusta como es él, como habla, como camina, porque es “pajarón” y se saca buenas notas”, cuenta Alejandro, quien además asegura que como Matías no se defiende de las agresiones, es víctima fácil del ya conocido fenómeno internacional llamado “Bullying”(literalmente significa “toro”), un anglicismo que traducido al español, sería sinónimo de matonaje, intimidación, maltrato o acoso hacia los más débiles.

Según expertos en el tema, la forma más habitual de agresión es la de tipo verbal, tal como insultos, amenazas u otros. En segundo lugar se encuentra la agresión física, la que consiste en dar patadas o empujones a los compañeros de clase y finalmente, está la del maltrato social, que se fundamenta en el rechazo hacia uno o más alumnos, con el objetivo de aislarlos y hasta dejarlos en ridículo.

El timbre del recreo suena y todo el curso de Matías sale al patio. Él, sin embargo, saca la colación de su mochila y se queda sentado en su banco. Mira a su alrededor buscando algún compañero, pero está sólo. Su única compañía será una grabadora testigo de su relato, el
que por momentos se vuelve trágico, angustiante y cruel para ser contado por un niño de su edad.

Casi en susurro cuenta que este año en el colegio, ha sido el peor período de su vida, pues desde que entró a éste, sus compañeros no han dejado de molestarlo. “No sé por qué tuve que ser yo ha quien agraden, por qué tienen que pegarme, ni por qué les gusta hacerme sufrir”, cuenta con lágrimas, las que seca rápidamente con el puño de su cotona y retoma el relato. Jugando con la bombilla de su jugo, cuenta que “en mi casa no sabían lo que me pasaba, pero un día mi mamá me vio un moretón que tenía en la espalda a causa del golpe con una silla y tuve que contar todo”.
Ante la pregunta de por qué guardaba silencio, contesta que lo hacía por temor, por miedo a que sus padres se enojaran y porque en el colegio lo siguieran agrediendo por haber contado lo que sucedía. Sin embargo, tras este hecho, tanto sus padres como las autoridades del establecimiento, tomaron cartas en el asunto y las agresiones, según la director del colegio, quien prefirió mantener oculta su identidad y responder sólo una pregunta, asegura que las agresiones cesaron de manera completa.

El recreo termina y sus compañeros comienzan a llegar. Alejandro pasa por el lado de Matías y éste tiembla. Baja la mirada y empuña sus manos con fuerza. Gotas de sudor se asoman por su frente pero, tal como las lágrimas, las seca con rapidez. Dice estar seguro que en cualquier momento será nuevamente víctima del Bullying y que por eso el próximo año estará en otro colegio, pues su rendimiento ha bajado y ya no se siente grato en ese lugar, porque si bien la violencia ya no es física, ésta se mantiene en el ámbito psicológico.

De acuerdo a especialistas, las causas para que un menor se transforme en víctima del Bullying, van más allá del mero aspecto físico, pues el común denominador de los menores agredidos, es que suelen ser personas inseguras, con una baja autoestima y a la vez son incapaces de salir de la situación por la que viven, por lo que su silencio sienta las bases para quienes usan la violencia como una vía de escape.

A la salida del recinto educacional, Alejandro se rehúsa hablar acerca de su comportamiento. Matías sabía perfectamente que éste tendría esa reacción, pues luego de varias sesiones con una sicóloga, se convenció que él no era el gestor de la violencia, sino más bien que su compañero adicto al Bullying, era una persona que resolvía las diferencias por medio de golpes y amenazas.

Tras varios intentos por dialogar con Alejandro, éste sólo dice que él no es ningún matón, y que arremete contra los demás porque esa es su manera de protegerse, pues “a mi me enseñaron que cuando a uno lo molestan, se tiene que defender y eso es lo que yo hago”, cuenta mientras camina a paso rápido para tomar el microbús.


Otro de los factores claves a los que apuntan los especialistas, es definir si existe o no permisividad hacia la conducta agresiva en el seno familiar, pues si la hay, se tiene certeza que en el futuro, el menor que agrede a los demás terminará ejerciendo esos malos tratos y conductas agresivas que ha vivido en el hogar. Sumado a lo anterior, es importante saber cuáles son los métodos que los padres utilizan para afirmar su autoridad en el hogar, ya que si se recurre a la violencia con el fin de imponer su criterio a los hijos, éstos siguen ese ejemplo y lo aplican en su vida.
Matías se sube al furgón escolar que lo llevará de vuelta a casa, pese a que ésta queda sólo a cinco cuadras del establecimiento, pero que por precaución, sus padres contrataron para evitar que su hijo corriera peligro en la calle, sin saber que éste estaba más cerca de lo que pensaban y con el cual Matías convivía en silencio.

Su mamá al oír la bocina del vehículo, corre a recibir a su hijo y le pregunta cómo fue su jornada. Matías responde “igual que siempre, pero hoy nadie me pegó”, mientras cae rendido en el sofá.
Momentos más tarde y ya sentado en la mesa dispuesto a tomar el té, no se cansa de enumerar las diversas actividades que le esperan al día siguiente, y es que a causa de la jornada escolar completa, no tiene tiempo de reposar y desconectarse de los deberes que tiene que cumplir como estudiante, pues como si fuera poco, aparte de la tensión que vivió durante el día en el colegio por miedo a ser golpeado, se suman las tareas que debe presentar en la mañana posterior.

Encerrado en su pieza, Matías se queda hasta altas horas de la noche terminando tareas y preparando una disertación, por lo que su madre espera impaciente poder darle a la brevedad la pastilla que debe tomar cada noche para conciliar el sueño, y es que a parte de ser víctima del Bullying, también lo es del stress infantil.

Según la sicóloga clínica, Marcela Ferreiro, ésta patología se define como "un conjunto de reacciones, tanto biológicas como psicológicas que se producen, ante situaciones que alteran el equilibrio general del niño o niña”, por lo que sus orígenes pueden ser tan diversos como sus síntomas.

En tanto, los profesores del establecimiento donde estudia Matías, aseguran que los alumnos llegan a estresarse debido a la falta de recursos con que se deberían contar para poder implementar de buena manera los talleres que cubren las horas extras, con el fin de recrear a los niños y distraerlos del estrés escolar.

La profesora jefe de Matías, Mercedes Reyes, está a cargo de un taller de jardinería del colegio y asegura que “los alumnos en vez de distraerse con las actividades que en él se plantean, se estresan a causa de los pocos recursos con los que se cuenta para poner en marcha las actividades”. Además, comenta que de 35 alumnos, sólo 8 pueden trabajar adecuadamente, mientras que el resto no tiene más remedio que jugar o “hacer maldades”.

Finalmente, Matías termina de hacer las tareas a las 23 horas, momento en que su madre junto al beso de buenas noches, le da su pastilla para dormir, único remedio que su médico tratante ha encontrado, hasta el minuto, para hacer que este menor logre “olvidar” aunque sea por pocas horas, su rutina escolar y pueda dejar atrás los fantasmas de la escuela, aún sabiendo que al día siguiente, tendrá que volver a convivir con ellos, sin que él ni su familia sepan lo que pueda suceder.
17/10/2007
Femicidio y medios de comunicación:

LA CUENTA SUMA Y SIGUE

Parece mentira, pero es parte de la realidad. El número de femicidios ocurridos en Chile a lo largo de este año, ha llegado al medio centenar, en un conteo por parte de los medios de comunicación, que francamente parece sorprendente. Y es que pareciera ser que no se vela por controlar la violencia intrafamiliar, sino más bien, dar con el golpe noticioso acerca de quién lleva la cuenta de las mujeres que pierden la vida en manos de sus maridos, convivientes o parejas.

En años anteriores, la cifra de mujeres víctimas de femicidio fue alrededor de 84, número que en la actualidad se acerca de manera abismante, sobre todo con el tratamiento que se le ha dado por parte de los medios de comunicación, pues más que informar acerca de esta situación que se venido desarrollando desde hace años, se comunica de tal manera que todos los que leen, ven televisión u oyen la radio, sienten más necesidad de saber qué número de la lista de femicidio es la mujer asesinada, que el mismo hecho despreciable de encontrar la muerte en manos de una persona con la que la víctima compartió, amó y hasta formó familia en algunos casos.

De esta manera, pareciera ser que se ha perdido el rumbo en informar, pues llevar un conteo, tal como el de los votos en una elección política, se acerca más a una realidad de la que los medios de comunicación debieran escapar, pues es inconcebible estar esperando quién será la víctima número 51 o la que le sigue, pues se deja abierta la posibilidad de que algún hombre que está pendiente del conteo, sea quien se adjudique el título de autor de esa determinada cifra.

Por tanto, el tema aquí en cuestión, no es que los medios de comunicación no deban informar acerca de estos temas, pues la ola de femicidios en nuestro país va creciendo cada vez más y es necesario dar a conocer esa realidad, sino más bien, que sean ellos mismos quienes se planteen acerca de cómo están abordando la noticia. Esto, porque al poseer un alto impacto en la sociedad, a ésta se le está dando a conocer de una manera equivocada la necesidad de tomar conciencia sobre el tema de los asesinatos de mujeres en manos del género masculino, pues cada día que pasa, se está a la espera de saber quién, cómo, cuándo y dónde fue que la víctima perdió la vida, más que de saber qué se está haciendo, por ejemplo, en materia judicial respecto al tema del femicidio.

Ahora bien, puede que numerosos sean los factores que influyan en el tratamiento que se le da a un hecho noticioso, tal como lo es el rating en la televisión, el que es buscado por muchos medios de comunicación con la utilización de llantos desgarradores de familiares de las víctimas o por el relato del menor que ha perdido a su madre producto de un arrebato de irá de su padre y que por ello también se esté llevando la cuenta de las mujeres asesinadas sin ningún escrúpulo. Sin embargo, es necesario hacer una distinción de qué es lo que se quiere informar, pues es factible dar a conocer, hasta cada uno de los casos de femicidio si la meta es lograr que se tome conciencia del tema y que la cifra no aumente, pero si el objetivo es estar a la expectativa de quién es la que le sigue a la última víctima, dejará en evidencia que no se ha informado de la manera correcta y que efectivamente los medios de comunicación podrían influir de manera negativa en la mente de potenciales parricidas.

Es de esperar entonces, que con el paso del tiempo la situación cambie, tanto en el tratamiento que se les dan a las noticias respecto a este tema, como también el aumento del número de víctimas, pues no sólo se pierde una vida, sino también una ilusión que seguramente había comenzado como una historia de amor, pero que termina como una trágica película de terror.

Fotologs:



UN ARMA DE DOBLE FILO

• Bueno, malo, regular o simplemente pésimo, el uso de los fotologs se ha convertido a nivel mundial, en un fenómeno que crece día a día. Sin embargo, el problema surge cuando no se usa de la manera adecuada y se convierte en un peligro inminente.

Por: Natalia López Zamorano.-

Definido por algunos como un medio de comunicación, una especie de diario de fotografías o como un lugar en la web para escribir lo que se de la gana, el fotolog desde un tiempo a esta parte, se ha convertido en una clásica herramienta de interacción entre los jóvenes, quienes en busca de entretención, publican fotos y comentan sus vivencias. Sin embargo, numerosos son los casos en que el uso de éstos, ha llegado al extremo de publicar recetas para chicas anoréxicas, métodos de cómo engañar a quienes las rodean para que no las descubran, fotos de modelos con una delgadez que espanta, insultos a quienes no les agradan y hasta fotografías subidas de tono. Y es que en la web, todo se puede, pues no existe un reglamento que controle los contenidos de ésta, siendo el único delito el uso de pornografía infantil, por ejemplo.

De esta manera, el uso de la Internet, se perfila como un medio de comunicación de fácil acceso para personas que no sólo buscan publicar sus opiniones respecto a temas, enterarse de lo que acontece en el mundo, enviar o recibir mails, bajar canciones del grupo de música favorito o chatear con los amigos, sino que también, un medio por el cual pueden destruir vidas, como en el caso de la escolar de Iquique, Pamela Pizarro, quien debido a los continuos insultos que le escribían sus compañeras de colegio en su página personal, tomó la drástica decisión de suicidarse con las sábanas de su cama, a la edad de 13 años.

Cabe preguntarse entonces, ¿qué tan buena herramienta es el fotolog? La respuesta dependerá del prisma con que se le mire, pues si consideramos que en éste se puede publicar una fotografía, escribir bajo ésta una pequeña observación de quien la ha subido y que los amigos dejen un mensaje respecto de lo que la persona ha escrito o de la imagen, el tema no tendría mayor trasfondo. Sin embargo, si en éstos se publican imágenes que incitan a la violencia o tal vez algunas promiscuas, el tema se torna complejo, pues no sólo se muestran escenas explícitas, sino que también los comentarios que realizan quienes visitan la página son claros: descalificativos, insultos y hasta amenazas.


Para la sicóloga Analía Stutman, de la Universidad del Desarrollo, el fenómenos de los fotologs responde a un proceso propio de la adolescencia, de búsqueda de la identidad y diferenciación con el resto, pues según su opinión, “son herramientas de exploración de los jóvenes, a través de las cuales los adolescentes se muestran y los otros le dan feedback, el punto es darle un buen uso”, asegura. Además agrega que “si antes los jóvenes hacían un dibujo para mofarse de otro, éste quedaba acotado, el dilema de Internet es la imposibilidad de dominar la información, (…) el autor pierde la propiedad”, comenta la sicóloga.


En este sentido, es que toma gran importancia el tema de la educación, primero en los hogares y luego en el colegio, pues las formas de experimentar en la adolescencia se dan de distintas maneras, pero ellas afectarán de mayor o menor grado a los jóvenes dependiendo el grado de madurez y confianza que tengan en sí mismos, ya que para ser aceptados por sus pares, suelen recurrir a los más diversos métodos.

Sin ir más lejos, hace algunas semanas, la opinión pública fue testigo de un video que unos adolescentes subieron a Internet, donde una chica llamada “Naty”, de 14 años, le practicaba sexo oral a un amigo. El hecho, no sólo le costó la expulsión del colegio “La Salle” a la menor, sino que copó portadas de diarios y la aparición en numerosas ocasiones en los noticiarios, además de abrir un debate en torno al mal uso de fotologs en nuestro país.

Respecto a esto, la Federación de Colegios Particulares tomó la decisión de llamar a sus afiliados a incorporar en sus reglamentos internos, sanciones por el mal uso de fotologs y blogs, estableciendo dentro de sus normas, que el publicar en ellos ofensas contra compañeros, funcionarios y profesores del colegio, son consideradas faltas graves y motivos de sanciones, las que van desde la suspensión hasta la cancelación de matrícula.

Entre los colegios que ya se han sumado a la medida, cuentan el Trewhela’s, San Gabriel, San Ignacio del Bosque, Internacional El Alba, los cuatro Pedro de Valdivia en Santiago, San Pedro Nolasco, el San Luis de Alba de Valdivia y North American College, de Arica.

El abogado de la Federación de Instituciones de Educación Particular (FIDE), Pablo Díaz, indicó que la idea es controlar los efectos negativos que puedan tener las fotos o “posteos” en la web, pues recalcó que “existe un vacío legal sobre cómo o qué sanciones se pueden aplicar a nivel de establecimiento educacional por el mal uso de lo que constituyen actividades de este tipo”, aseguró.

En tanto, Bruce Taylor, presidente de la Corporación de Padres y Apoderados de Colegios Particulares (Codepa), objetó la propuesta de Díaz, pues aseguró que se trata de “una medida extrema”, pues cuando el establecimiento decide expulsar o suspender al estudiante que ha hecho mal uso de fotologs o blogs, “el colegio reconoce que ha fracasado en educar a ese niño”, sentenció Taylor.

Sea medida extrema o no, el uso que le dan los jóvenes a Internet cada día se resume en la cifra de un 55% entre 400 jóvenes de cuarto medio, según una encuesta realizada por Gemines. Además, la misma encuesta arrojó que el 42% de los escolares de cuarto medio pasa entre una o dos horas diarias frente al computador, siendo la página de fotolog, la que obtuvo el casi 30% de las preferencias de los jóvenes para ser visitadas.

Así, el uso de los fotologs da tanto para adherentes como adversarios, pues si bien comenzó como una herramienta más de comunicación entre la mayoría de los jóvenes, con el paso del tiempo se ha vuelto en un arma de doble filo, al momento de no ser usada con responsabilidad.

España:


VAIVENES EN LA IMAGEN DEL REY
  • Catalogado por muchos como un símbolo de unidad y permanencia del Estado español, la figura del Rey se ha perfilado durante años como un personaje importante dentro de la nación. Sin embargo, diversos hechos en su contra han querido restarle importancia a su rol como Monarca a la vez de querer hacer tambalear su imagen.
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    Por: Natalia López Zamorano.-

    Luego de treinta y dos años como Rey, algo tenía que suceder. Ya parecía curioso que con tal trayectoria no se produjeran manifestaciones en su contra o un cierto ánimo de rebeldía contra su imagen. El día escogido para ello, fue el pasado 13 de septiembre, cuando dos jóvenes quemaron en público fotografías de los Reyes de España, Juan Carlos de Borbón y su esposa Sofía, en la ciudad de Gerona, Cataluña. En seguida, se abrió una polémica entorno al tema de su función, pues sumado a éste hecho y a la seguidilla de actos como éste, está también la idea del Partido Ezquerra Republicana de Catalunya (ERC) de proponer que se le retire su rango de jefe supremo de las Fuerzas Armadas para otorgárselo al Presidente del Gobierno español, José Luís Rodríguez Zapatero.

    Sin embargo, pese a la enmienda presentada en el Senado y la quema de imágenes, diversos partidos políticos e instituciones españolas expresaron su respaldo al Monarca, entre las que se cuenta la Iglesia Católica, la oposición conservadora y el Gobierno socialista, pues reconocen su rol en la función estatal, al mismo tiempo de considerarlo como un factor de estabilidad en el sistema político español.

    En este sentido, son de especial importancia los dichos de las distintas autoridades, tanto de gobierno como fuera de éste, pues en su amplia mayoría, demuestran respaldo al Rey y la clara intención de no abrir un debate mayor en cuanto a un posible cuestionamiento de sus funciones.

    Lo anterior, queda demostrado en las palabras del Ministro de Defensa de España, José Antonio Alonso, quien asegura que el Rey ha sido “un indudable factor de estabilidad en el sistema político y constitucional español y merece respeto por su trayectoria y porque la Constitución dice que es el Jefe de Estado”, demostrando es sus palabras, pleno apoyo y confianza al Rey al mismo tiempo de llamar a la cordura y respetar a una figura de la nación, como es el Rey Juan Carlos de Borbón.

    Al igual que el Ministro de Defensa, el presidente del gobierno de Navarra, Miguel Sanz, también salió en defensa de las continuas críticas que ha recibido La Monarquía, tanto por parte de la derecha extrema como de grupos de izquierdas, asegurando que “el Rey jugó un papel fundamental en la transición democrática española”, destacando además que gracias a éste se ha tenido continuidad en la garantía de las libertades para todos los ciudadanos españoles, palabras que según el gobernador, expresan el pensamiento de la mayoría de los navarros.

    De esta manera, la poca cuestionada imagen del Rey Juan Carlos, por lo menos hasta este momento, cuenta con el apoyo de gran parte de España, pues no sólo ven en él una persona afable y con una actitud humana cuando se ha tenido que defender dignidades y valores de víctimas del terrorismo, por ejemplo, sino que también lo alaban por lo que significó su actuación en la transición a la democracia tras la dictadura franquista, al igual que el posicionamiento que mantuvo en contra del malogrado golpe de Estado de 1923 en España.

    Sin embargo, pese a que variadas autoridades salieron en defensa del Rey, fue él mismo quien, en una actitud que pocos esperaban, salió al paso de las críticas y puso el tema en el tapete, mencionando que “la Monarquía parlamentaria que sustenta nuestra Constitución ha determinado el más largo periodo de estabilidad y prosperidad en democracia vividos por España”, la que se ha debido por valores como “convivencia democrática, entendimiento y respeto mutuos, tolerancia y libertad”, pidiendo que éstos se le transmitieran a los jóvenes, lo que demostró la clara intención de hacer notar su conocimiento de los hechos y su postura frente a ellos.

    En este sentido, el Presidente de España y secretario general del PSOE, José Luís Rodríguez Zapatero, subrayó la buena salud y el grado de asentamiento del que goza la Monarquía en su país, de modo tal, que no se verá dañada por las actitudes ni protestas de jóvenes radicales, como los que quemaron las fotografías de los reyes, pues insistió que éstas son minoritarias y que se dan en otras partes del mundo, aún cuando son pocos los autores, pero que las ofensas se amplifican con la difusión mediática.

    Para Mariano Rajoy, presidente del Partido Popular, estas palabras de aliento y apoyo del Presidente hacia el Rey, fueron tardías y mínimas, y recalcó que la defensa no puede “transmitir sensación de debilidad, porque luego hay otros que, evidentemente, se crecen”. Así mismo, recalcó que el Presidente de España, “debería haber salido en su momento” en defensa de la Corona, pues es “una de las obligaciones que tiene el Presidente del Gobierno de España”.

    Con criticas o no, el apoyo hacia el Rey de los españoles está dado tanto por personas de gobierno como por ciudadanos que defienden la imagen de éste, pues es generalizada la idea de que él ha sido un elemento fundamental en la nación, sobre todo tras la dictadura franquista, de tal modo que se podría pensar que los reiterados hechos en contra del Rey, corresponden más que nada personas deseosas de generar cierta inestabilidad al interior de La Corona. Respecto a esto, queda esperar cuál será la reacción ante el llamado de Juan Carlos de Borbón frente a los ataques en su contra, pues ya el hecho de salir en defensa propia, lo sitúan en una cierta distancia con el gobierno socialista.
Japón y Fujimori:
SIN PALABRAS NI ENTREDICHOS
  • La postura del país asiático respecto de la situación por la que atraviesa Alberto Fujimori, a pesar de ser solapada, expresó un claro matiz al mostrarse dispuesta a respetar la decisión de la justicia chilena ante el fallo de extradición del ex Presidente a Perú.

Por: Natalia López Zamorano.-

A dos años del arribo a Chile del ex Presidente peruano, Alberto Fujimori, el desenlace de la historia judicial que parecía no acabar, tuvo término el pasado 21 de septiembre al conocerse la decisión unánime de la segunda sala de la Corte Suprema de nuestro país, de extraditarlo a Perú para ser procesado por cinco cargos de corrupción y dos de Derechos Humanos, de un universo total de trece causas.

De esta manera, parece haber dado resultado la estrategia realizada por Fujimori al aprovechar un viaje a la Cumbre del Foro de Cooperación del Asia Pacífico (Apec), en Brunei y asilarse en Japón, enviando un fax con su renuncia al cargo de Presidente, como respuesta a las denuncias que se le imputaban en Perú, entre las cuales se encontraban la posible autoría intelectual de las masacres de Barrios Altos y de la Universidad de La Cantuta, atentar contra los Derechos Humanos y el descubrimiento de una red de corrupción liderada por su ex asesor, Vladimiro Montesinos.

Lo anterior cobra sentido si se toma en cuenta que, Alberto Fujimori, luego de permanecer en Japón, quiso regresar a Perú, escogiendo a Chile como territorio para tener un juicio de extradición, debido a la confianza que le daba la justicia de nuestro país, pues su objetivo fue disminuir la amplia gama de cargos que existían en su contra, y lo consiguió.


Japón y Fujimori

Tras cinco años de estadía en Japón y generando redes de influencia en ciudadanos y amistades que lo apoyaron en su candidatura a la Cámara Alta de ese país, Fujimori no cumplió las expectativas de voto, pero sí consiguió cierta simpatía con el gobierno nipón, aunque nunca logró de manera definitiva convertirse en un eje central dentro de la política de ese país, hecho que quedó demostrado al momento en que Chile firma el Tratado de Libre Comercio con Japón el 3 de septiembre recién pasado, pues “si realmente fuera más importante que el convenio económico, el gobierno japonés habría ejercido una presión más abierta”, según declaraciones de Kazuo Ohgushi, miembro de la “Red Japonesa por un juicio a Fujimori”.

Este hecho, se reafirma con la nula cobertura de la extradición de Fujimori, por parte de los medios de comunicación japoneses, preocupados en ese entonces, de su política interna, la que se encontraba en pleno proceso de sucesión del Primer Ministro.

Por otra parte, tanto Chile como Japón, en el marco del TLC no abordaron el tema de Fujimori, pues a pesar de haber existido instancias de diálogo entre autoridades de ambos países, “la palabra Fujimori no se ha mencionado en ninguna de las reuniones”, según comentó Alejandro Foxley, Ministro de Relaciones Exteriores de Chile, durante su estadía en el país asiático.

A su vez, su homólogo japonés, Nobutaka Machimura, aseguró que si bien Fujimori es un ciudadano nipón, el Gobierno de su país, “no tiene absolutamente nada que decir sobre la decisión de la justicia chilena", confirmando la postura de esa nación de no apoyarlo más allá de lo meramente necesario y su respeto por el fallo de la Corte Suprema chilena.


De esta manera y considerando el fuerte componente valórico que marca la cultura japonesa, la estadía de Fujimori en territorio chileno y su posterior extradición a Perú, marcó sólo un tema judicial para Japón, pues éste no lo respaldó bajo ningún prisma y siempre, por momentos más claros que otros, mantuvo una actitud de bajo perfil, un tanto al margen y acatando la resolución de la Corte Suprema chilena al considerar culpable a Fujimori por siete causas. Así, se concluye que Japón, país que albergó a los padres del ex mandatario peruano, rechazó cargar con un peso que no le correspondía, pues Fujimori, se quiera o no, no es modelo a seguir.


Ejercicio periodístico:
LA DELGADA LÍNEA QUE SEPARA ENTRE LO QUE ES NOTICIA Y LO QUE NO
  • No se enseña en las escuelas de periodismo ni se lee en un libro, sino que apela a la conciencia de quien escribe si lo que publicará es noticia o se ha dejado llevar por matices que la convierten en un hecho llamativo no por su contenido, si no que por morbo o por la ambición de tener más sintonía o tiraje, alejando al periodista del deber de informar sucesos relevantes y que revisten un interés social.

Por: Natalia López Zamorano.-

Libertad de expresión, de opinión, de prensa, de información, libre acceso a las fuentes y ética periodística, son algunos de los conceptos que todo profesional de las comunicaciones debiera manejar a la perfección y ejercer. Sin embargo, el problema surge cuando uno de estos términos se contrapone con otro y se deja de velar por el bien común, transgrediendo identidades, dignidades y valores, tanto personales como también colectivos.


Numerosos son los casos en que por el afán de comunicar, generalmente una primicía, se pasa a llevar la vida privada de las fuentes, su dignidad, profesión u oficio, familia y una serie de consecuencias que se generan por el no haber diferenciado entre lo que es información, de lo que son actos sensacionalistas o simplemente morbo, distanciando al periodista de uno de los tantos objetivos de su profesión, como lo es el de informar velando por el "bien común", entendiéndolo como aquel bien que conviene de manera general y que está por lo tanto, situado por sobre el bien individual. Sin embargo, muchas veces éste se enfrenta con intereses particulares, pues es tentador publicar, por ejemplo, un reportaje exclusivo acerca de un escándalo privado de una persona pública, pero devastador para el ejercicio del periodismo, puesto que aunque el hecho sea verdadero, puede significar un daño al bien común y más aún si ha sido obtenido por medio de subterfugios, como lo fue el caso del Juez Daniel Calvo en nuestro país.


De esta manera, al periodista a menudo se le presenta un conflicto de lealtades, pues se sitúa entre la lealtad de lo que cree y la lealtad al medio de comunicación en el que trabaja, entre la lealtad de informar lo que es noticia y la lealtad consigo mismo de no traspasar la delgada línea que separa a ésta con lo que deja de serlo, pues se puede caer en el sensacionalismo y dejar la noticia relegada al plano instrumental, es decir, "para conseguir algo", como sintonía por ejemplo, y no para informar del hecho mismo en sí.

Como ejemplo a lo anterior, sería la muerte del Cabo Segundo, Cristián Vera, el pasado 11 de Septiembre, producto de una bala que atravesó su cráneo y que finalmente lo convirtió en el icono a seguir, tanto de carabineros, como de quienes lo consideraron como mártir. Por una parte, se justifica la cobertura de este hecho a través de los medios de comunicación, la televisión principalmente, pues se encontraban en el lugar de la tragedia y debían informar lo que estaba sucediendo. Sin embargo,el posterior tratamiento que se le dio a la noticia en momentos en que era trasladado a un centro asistencial en un furgón de carabineros, cuando sus colegas lloraban por la salud de éste, convierte a la noticia en un hecho pincelado.


A sí mismo, cada vez que ocurre un accidente de tránsito, por ejemplo, se muestran a las víctimas en el suelo cubiertas por un papel o a los familiares con llantos desgarradores reclamando la vida de éstas, como si fuera necesario mostrar este tipo de imágenes para tener la certeza de que son ciertas. Respecto de esto, el artículo vigésimo noveno del Colegio de Periodistas, menciona que se respetará la intimidad de las personas en situación de aflicción o dolor, evitando las especulaciones y la intromisión gratuita en sus sentimientos y circunstancias, situación que no se respeta hoy en día.


Es de esperar, por tanto, que la autorregulación de los periodistas comience a desarrollarse y a la vez sea respetada por los editores o directores de los medios de comunicación para no caer en el morbo, sensacionalismo o simplemente en la tentación de cruzar la delgada pero gruesa a la vez, línea que en el conciente periodístico y social, diferencia los hechos necesarios de ser conocidos, de aquellos que se conocen por motivos tan diversos como nefastos.