LA CUENTA SUMA Y SIGUE
Parece mentira, pero es parte de la realidad. El número de femicidios ocurridos en Chile a lo largo de este año, ha llegado al medio centenar, en un conteo por parte de los medios de comunicación, que francamente parece sorprendente. Y es que pareciera ser que no se vela por controlar la violencia intrafamiliar, sino más bien, dar con el golpe noticioso acerca de quién lleva la cuenta de las mujeres que pierden la vida en manos de sus maridos, convivientes o parejas.
En años anteriores, la cifra de mujeres víctimas de femicidio fue alrededor de 84, número que en la actualidad se acerca de manera abismante, sobre todo con el tratamiento que se le ha dado por parte de los medios de comunicación, pues más que informar acerca de esta situación que se venido desarrollando desde hace años, se comunica de tal manera que todos los que leen, ven televisión u oyen la radio, sienten más necesidad de saber qué número de la lista de femicidio es la mujer asesinada, que el mismo hecho despreciable de encontrar la muerte en manos de una persona con la que la víctima compartió, amó y hasta formó familia en algunos casos.
De esta manera, pareciera ser que se ha perdido el rumbo en informar, pues llevar un conteo, tal como el de los votos en una elección política, se acerca más a una realidad de la que los medios de comunicación debieran escapar, pues es inconcebible estar esperando quién será la víctima número 51 o la que le sigue, pues se deja abierta la posibilidad de que algún hombre que está pendiente del conteo, sea quien se adjudique el título de autor de esa determinada cifra.
Por tanto, el tema aquí en cuestión, no es que los medios de comunicación no deban informar acerca de estos temas, pues la ola de femicidios en nuestro país va creciendo cada vez más y es necesario dar a conocer esa realidad, sino más bien, que sean ellos mismos quienes se planteen acerca de cómo están abordando la noticia. Esto, porque al poseer un alto impacto en la sociedad, a ésta se le está dando a conocer de una manera equivocada la necesidad de tomar conciencia sobre el tema de los asesinatos de mujeres en manos del género masculino, pues cada día que pasa, se está a la espera de saber quién, cómo, cuándo y dónde fue que la víctima perdió la vida, más que de saber qué se está haciendo, por ejemplo, en materia judicial respecto al tema del femicidio.
Ahora bien, puede que numerosos sean los factores que influyan en el tratamiento que se le da a un hecho noticioso, tal como lo es el rating en la televisión, el que es buscado por muchos medios de comunicación con la utilización de llantos desgarradores de familiares de las víctimas o por el relato del menor que ha perdido a su madre producto de un arrebato de irá de su padre y que por ello también se esté llevando la cuenta de las mujeres asesinadas sin ningún escrúpulo. Sin embargo, es necesario hacer una distinción de qué es lo que se quiere informar, pues es factible dar a conocer, hasta cada uno de los casos de femicidio si la meta es lograr que se tome conciencia del tema y que la cifra no aumente, pero si el objetivo es estar a la expectativa de quién es la que le sigue a la última víctima, dejará en evidencia que no se ha informado de la manera correcta y que efectivamente los medios de comunicación podrían influir de manera negativa en la mente de potenciales parricidas.
Es de esperar entonces, que con el paso del tiempo la situación cambie, tanto en el tratamiento que se les dan a las noticias respecto a este tema, como también el aumento del número de víctimas, pues no sólo se pierde una vida, sino también una ilusión que seguramente había comenzado como una historia de amor, pero que termina como una trágica película de terror.